AGRADECER

 Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Yo me siento dichoso y te canto un canto nuevo;

yo te alabo y exulto de alegría ante ti, Señor.

Tú presencia me llena de respeto y ante ti me anonado;

y decidido me voy en pos de ti, renunciando a la mentira.


Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

¡Cuántas maravillas has realizado en mi vida, Señor mío;

como tú no hay nadie capaz de tanto amor hacia el hombre!

Quiero dar testimonio de tu bondad y ternura para conmigo y cantar,

Señor Jesús, lo que tú has hecho con mi historia.


Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Quiero proclamar tu justicia entre los hombres, hacer historia;

quiero llevar tu voluntad de compartir ante los pueblos;

quiero proclamar tu lealtad al hombre perseguido y marginado,

quiero que tu amor y tu verdad lleguen hasta el corazón más pobre.


Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Quiero vivir haciendo camino con las obras del bien;

quiero dejar estelas a mi paso de paz y misericordia.

No me dejes poner el pie en el hoyo profundo del mal,

y no permitas nunca que de ti tenga vergüenza. (Adaptación del salmo 39)


No reconocer lo que Dios hace en nosotros, ni agradecérselo, expresa que no se valora lo recibido, o que se cree con derecho a ello. Cuando en realidad el bien que recibimos no es un derecho sino un don de Dios. Por eso la respuesta de todo cristiano es la de dar gracias a Dios en todo momento, ¡No dejes de dar gracias a Dios por todo lo que vives, por todo lo que recibes cada día!. Que la indiferencia y la rutina no te impidan valorar lo más pequeño, porque si no se sabe valorar lo pequeño, tampoco se sabrá valorar lo grande. Cristo te ama y yo también


Comentarios

Entradas más populares de este blog

ADVIENTO, TIEMPO DE GOZO Y ESPERANZA

TALENTOS

DIOS SE VOLVIÓ LOCO}